Anoche salí de casa, mi hija se quedó con Bianca.
La señorita salió y dió unas vueltas, mi hija dice que le lamió la mano aunque no se dejó coger.
Fue a su arenera, me dejó un recuerdito que cuando llegué de una lo saqué; pero bueno, ya veo que reconoció donde estaba su baño.
No sé exactamente si comió algo, me pareció ver la comida de la taza algo más baja, y le cambié el agua para que la tenga fresca por si le da por ir a la cocina...
Igual, desde ayer se la ha pasado debajo de mi cama; la siento más tranquila que ayer, pero todavía no hemos podido consentirla, mi hija tiene muchas ganas de acariciarla pero bufa si queremos sacarla de bajo de la cama y no la quiero estresar
Mientras, seguiré hablándole a la personajilla bajo mi cama.
He leído tanto del jueves a aquí, que hasta estaba pensando en ir a adoptar otro chiquillo o chiquilla y hacer el proceso de adaptación con ambos al tiempo.
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